lunes, 23 de marzo de 2009

No paro de mirar... (Texto)

Tyrell Bay
Habíamos olvidado el sabor de un día de calma. Parece que Tyrell Bay haya hecho un pacto con el diablo. A cambio de un alisio suave ha cedido su alma. Y Lucifer no descansa. Nuevo muelle, nuevas casas y nuevos aires flotan alrededor del Sula, que escondido entre muchos otros, aprovecha la civilización que ha venido a buscar.

Seguimos…

Se puede leer en el Pilot: “Aunque muy bien protegido, el fondeadero es muy remoto y pasar la noche allí no es muy recomendable. Está a menudo tan desierto como la propia isla”.

Somos muy sensibles a la buena propaganda. El ancla abraza el fondo en Saline Island. Ya hemos llegado.

La publicidad no es engañosa. A proa y estribor, la playa de Saline, cubierta de arena blanca, cocoteros, manglares y belleza… A babor el arrecife protector, lleno de rompientes, corales, tortugas y peces de colores… Y a popa, White Island, con todo!!!

Compartimos vino con una pareja de escoceses que desde hace ocho años pasan aquí una temporada en su velero. Nos ruegan que mantengamos el secreto. Please, no lo digáis a nadie!!!

White Island vive entre un peñón de negro basalto y una blanquísima lengua de arena coralina. Entre el alisio de cielo azul y la corriente de agua turquesa. Lleno, por favor!!!

Un pequeño banco de peces atrapado en una charca por la marea baja no piensa así. Un juvenil de morena pintada, sí. White Island es un atracón para el alma!!!

A través de manglares, cactus, lava y arañazos llego a la cima de Saline. La vista es fabulosa. Mi mirada se posa en la medio llena y reseca laguna que la altura escondía para sí, White I. siempre maravillosa, y al fondo, entre escalas de grises, Frigate y Large Islands, Les Tantes, London Bridge, Ronde Island y finalmente Grenada, que a lo lejos hace compañía al horizonte.

Grenada

Más publicidad: St. Georges, la capital más bella de las islas de barlovento. Su lagoon nos envuelve. Unos bocinazos y el animador de un evento deportivo en un estadio cercano preparan el terreno a los gallos que al alba chulearán unos con otros para demostrar su hombría. Habíamos olvidado también el color del ruido. Le ponemos sólo un bien.

Hog Island está en el centro de la recortada costa sur de Grenada. Arrecifes y bajos la esconden. No lo suficiente. La acaban de parcelar para construir. La crisis no puede aquí con el hormigón. Ahora tiene una belleza suave y serena, muy verde. Mañana, mejor no verlo. ¿Dónde estarán los ecologistas?

Clarke’s Court Bay Marina llenará nuestros depósitos de agua dulce. La primera vez que colgamos las defensas desde Le Marin.
También nos servirá de base para alquilar un jeep automático con el volante al revés y visitar el frondoso interior de la isla.

Estrechos trazos grises se abren camino entre la tupida y exuberante vegetación. Un “Rain forest” bien trazado. Nuestra cámara visita el parque Natural del Grand Étang, su cráter de aguas sin fondo y las “Two Sisters”, una doble cascada entre nuez moscada, helechos y un fresco y dulce baño. Nos ayudará cuando el tiempo borre de nuestros ojos los muchos tonos de verde con que los han llenado.

Budget Marine, en Prickly Bay, el shipchandler mejor surtido y de mejor precio a este lado del Caribe, no tiene el ancla que habíamos venido a comprar. Continuaremos con la Brittany. Será en Le Marin o Rodney Bay pués… Nos vamos de aquí. No tiene más interés.

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