sábado, 25 de julio de 2009

PRIMERA ENTREGA ADIVINANZAS


A ver que tal estáis de conocimiento de MENORCA.

2 fáciles y uno difícil esta vez. Espero que todos divertidos...
Hoy tocan construcciones.



QUIZ 1

QUIZ 2
QUIZ 3

VACAS

Barcelona-Maó. Del 18 al 24 de julio. Caroline, Hélène y yo. Vacas!!!

Algaierens (3), Pregonda (2), Torreta (sólo comer). Maó (1). Entre paréntesis las noches. No nos hemos movido mucho. Vida tranquila. Rutina.

Un barco embarrancado y la medusa. Hélène encuentra nuevas amigas. Paseos en zodiac, libros, baños, pelis. Buena vida…

Se me ha ocurrido un concurso. Pondré fotos de sitios de Menorca. A ver quien los averigua!!!

Limpieza, paseo x Maó. Final. ¡Qué pena!

A seguir… maldita primitiva…



LA "RENTRÉ"



Y llegó.

A currar...

Primer viaje a Menorca de este año. Del 11 al 17 de julio. Maite, Toti, Gemma, Asun, Orland i Marc. Los primeros.

La única semana en que el viaje es de ida y vuelta. Dos travesías tranquilas y una semana muy agradable. El reencuentro con mi vida laboral ha estado muy bien. Eso si, preferiría otra cosa, como por ejemplo seguir en el Caribe!!!

Algaierens, Pilar, Pregonda, Ferragut, Fornells, Tamarells, Aire, Llorens i Son Saura. Este ha sido el camino. Siguiendo las agujas del reloj que no ha parado. Se me ha hecho muy corta. Menorca sigue impresionante.
Daría pena volver a Barcelona si no fuera porque en la semana siguiente me tomo vacas… Hay que acostumbrarse poco a poco, no???









RECORDANDO


Nueve meses han pasado ya. Rápidos e indolentes, permitieron que un día empujara al siguiente sin descanso. A la rutina abalanzarse sobre lo extraordinario y derrotarlo contra todo pronóstico. Maravillas puntuales entre horas de tranquilo, certero y regular tictac trataron de no pasar desapercibidas. Sin alardes ni ruido, el día a día se impuso con irresistible encanto. El tiempo y la costumbre son poderosos adversarios. La vida es tiempo, el tiempo vida. Gestionarlos es vivir.

Todo aquello soñado, deseado, buscado y encontrado, admirado, contemplado después y tan sólo vivido más tarde ha quedado atrás.

Pero todos estos meses no han pasado en vano. Caminando incansables a ritmo solar, han entregado puntualmente su legado, que nace de y para nosotros. Al principio, la tristeza del fin de viaje oprime. Más tarde comprendemos. El auténtico regalo es la rutina y no esos momentos estelares. La vida diaria…

Nueve meses han pasado ya desde que la silueta de Barcelona quedó olvidada tras el horizonte. Un mes desde que ese mismo horizonte apareció intacto por la proa. Treinta días para comprender. Setecientas veinte horas de descompresión.

Otras maravillas en la superficie esperan envueltas de la ya familiar rutina. Y como siempre, olvidaremos. Buscaremos nuevos momentos espectaculares, y serán éstos el objetivo de nuestros futuros sueños, hasta que otra vez comprenderemos. La vida seguirá…

Y llegará un día, cuando hayamos sentido este ciclo durante largo tiempo en nuestra piel, en que la luz se encenderá: la felicidad es como una emulsión. Sueños y rutina no podrán mezclarse nunca, pero, ¡qué momentos cuando se consiguen fusionar! Los dos son necesarios. Basta con tener las ganas de agitar y no temer su posterior separación…